Qué es el Yin Yoga
Es un yoga estático, que nos permite trabajar con la mitad ‘Yin’ del cuerpo, mediante posturas que sostenemos durante un tiempo prolongado, mejorando el tejido fascial y empleando esos períodos de quietud para cultivar la atención plena.
El Yin Yoga se fundamenta en los principios de la Medicina Tradicional China, incidiendo en los Meridianos para conseguir el flujo correcto y equilibrado del Chi.
Al contrario que la mayoría de prácticas dinámicas actuales de yoga, diseñadas para trabajar la mitad muscular del cuerpo (los tejidos ‘Yang’), el Yin Yoga actúa sobre la otra mitad: los tejidos ‘Yin’ más profundos, como son los ligamentos, las articulaciones, las redes fasciales e incluso los huesos.
Beneficios del Yin Yoga
Beneficio físico:
Se mejora nuestro rango de movimiento y flexibilidad, se alargan pasivamente grandes músculos, se reducen adherencias que restringen el movimiento.
Beneficio mental:
Si se practica correctamente, y con intención meditativa, nos ofrece un maravilloso espacio de calma.
Beneficio energético / emocional:
Se pueden producir desbloqueos energéticos y emocionales, al emplear posturas que inciden en los meridianos.
Origen del Yin Yoga
El Yin Yoga, conocido en la actualidad con este nombre, lo introdujo en occidente Paulie Zink, la persona que combinó sus conocimientos de yoga y artes marciales, dando como resultado esta práctica a finales de 1970.
El origen moderno del Yin Yoga se debe a su creador, el americano Paul Grilley, practicante de Ashtanga. En 1989, conoce el Yoga Taoísta de la mano de Paulie Zink que integraba posturas en el suelo que se mantenían entre 5 y 10 minutos durante casi dos horas e incluía otras más activas, imitando el movimiento de los animales.
Paul estuvo más de un año asistiendo a sus clases y entendió los principios básicos del Yin Yoga y aunque practicó posturas y movimientos “Yang”, sobre todo, su interés se centró en las posturas que se desarrollaban en el suelo.